domingo, 24 de febrero de 2013

Cómo Va la Economía Peruana…


La economía peruana en el año 2012 creció en 6.3% y los sectores que más contribuyeron fueron el sector construcción y comercio, aportando un crecimiento de 15.2% y 6.7% respectivamente. Este resultado obedeció al mayor consumo interno de cemento (15.8%) debido a la continuidad de las obras de infraestructura vial (construcción en unidades mineras, plantas industriales, reasentamiento de ciudades en el interior del país, hospitales, centros de recreación, centros comerciales; así como la construcción de casas y departamentos a nivel nacional); Asimismo, la inversión en el avance físico de obras presentó un aumento de 6%, producto de la mayor inversión en obras de rehabilitación y mejoramiento de carreteras de la red vial nacional (La carretera Ayacucho-Abancay; carretera Chongoyape-Cochabamba-Cajamarca; carretera Quinua-San Francisco en Ayacucho; Lima-Canta-La Viuda y carretera Chamaya-Jaén-San Ignacio-Río Canchis en Cajamarca), a ello se suma el mejoramiento de la carretera del Callejón de Huaylas.


De igual manera, el sector financiero y de seguros crecieron en 10.3%, y el sector servicios y empresas creció en 7.7%, y uno de los sectores que se contrajo fue el sector pesquero con una reducción del 12%. El sector agropecuario, también participó en el crecimiento con un 5.1%.

La demanda interna y los altos precios de las materias primas es la que impulsó al crecimiento de la economía, catalogada como una de la más alta de Latinoamérica. Otro motor del crecimiento fue la recuperación del gasto público, principalmente de inversión pública que creció más de 20% luego de haberse contraído en el 2011. Este crecimiento experimentado por la economía es algo insólito, ya que en plena crisis financiera que presentan las economías del mundo, nuestro país se da el lujo de crecer y navegar contra la corriente. Estoy seguro que continuará el fortalecimiento de la demanda interna que ha compensado el declive en las exportaciones peruanas producto de la crisis global.

Así mismo, el crecimiento económico, genera dinamismo en los sectores productivos, y se ve reflejado en el crecimiento interanual que experimentó la recaudación tributaria alcanzando cifras de 7.4% en el 2012. Por lo que los ingresos tributarios sumaron S/.84.131 millones el año pasado, mientras que en el 2011 los ingresos fueron por S/.75.538 millones.

Estos resultados reflejaron el mayor dinamismo de la actividad económica pese al desfavorable contexto generado por los menores precios internacionales de los metales, por lo que las nuevas políticas tributarias implementadas en el país están haciendo efecto en la economía, ya que la presión tributaria representó 16,02% del PBI, la mayor en 32 años.

De igual manera, como resultado del crecimiento económico el ingreso promedio mensual en Lima Metropolitana aumentó en 5.1%. El ingreso de los hombres asciende a S/. 1,573.60, mientras que el de las mujeres es de S/. 1,060.30; y, los sectores productivos que participaron en el incremento de los ingresos son: Comercio (9.7%), Servicios (5.8%), Manufactura (5.7%), y construcción (0.5%). Aunque este resultado no se refleja en los bolsillos de los demás departamentos ya que no son ciudades industrializadas como lo es Lima que tiene mayores fuentes de empleo.

Las instituciones y consultores especialistas en proyecciones de crecimiento estiman que para el año 2013 la economía peruana crecerá entre 6% y 7%, con una tasa inflacionaria que se ubique en el rango meta 2%-3%, para ello el BCRP aplicará una serie de medidas que limite las vulnerabilidades financieras con amplio flujos de capitales.

Finalmente, con el crecimiento que experimentó la economía peruana en el año 2012, la economía acumuló 14 años de crecimiento ininterrumpido sustentado por el resultado positivo de casi todos los sectores, con excepción del sector pesca. Pero, aún con dicho crecimiento, todavía se siente la ausencia del Estado en algunos costados sangrantes del Perú, y la inclusión social pregonada por el actual gobierno será una palabra que solo quede en boca de los incluidos, porque para algunas zonas rurales la “inclusión” no llega y tardará unas cuantas décadas más.