miércoles, 16 de junio de 2010

LA FIEBRE DEL ORO

La verdad es que no se puede hablar de record del oro, si su precio se dispara de un día para otro, alcanzando precios galopantes. Los periódicos llenan sus páginas informando sobre el record del oro, no sabiendo que el próximo día o semana alcanzará otro record, por lo que es difícil especular su próximo paradero. El precio del oro ha crecido cerca de un 100% desde sus niveles anteriores al verano de 2007, cuando se inició el colapso de las hipotecas subprime, germen de la crisis financiera; pero si un inversionista hubiera adquirido oro hace 10 años, hubiera obtenido de retorno aproximadamente en un 500% por onza (US$ 230-US$ 1,250) y eso se ha debido principalmente a muchos factores, explicaremos algunos de ellos. En tiempo de crisis financiera, el metal precioso se convierte en refugio de los inversionistas, que llenan sus arcas para no perder su poder económico, otros se refugian por los rumores de una posible inflación mundial, como se ha inundado el mercado de masa monetaria, gracias a las políticas fiscales implementadas, ello conllevó a que la oferta monetaria (Ms) crezca a un ritmo anual del 19%, permitiendo que las monedas domésticas se deprecien; es decir, el exceso de (Ms) en muchos países de Europa y EEUU, hará que las divisas importantes experimenten una devaluación lo que provocará subidas en el precio del oro. 

Otros inversionistas se refugian en el oro, debido al aumento en los precios de otros activos, especulando que también el precio del metal subirá. De igual forma, los Bancos Centrales se olvidaron del dólar, para enamorarse del oro y están inundando sus bóvedas para protegerse de posibles futuros shocks económicos (crisis financieras, inflación, devaluación de la moneda local, etc.). También algunas economías compran oro, en situaciones que exista un alto grado de endeudamiento o frente al riesgo de burbujas. Según los especialistas, el precio del oro seguirá subiendo hasta ubicarse en los US$ 1,500 la onza troy al finalizar el año, que tan cierto será, no lo sabemos, lo que si se sabe es que la actual gripe epidémica de las economías de la zona del euro sobre los temas de deuda soberana PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) ha causado incertidumbre y turbulencia en los mercado de activos y acciones contribuyendo a que los inversionistas se cobijen en el oro. 

Además, el efecto en la detonación del oro se puede observar en los productores de joyas, porque al subir el precio del metal precioso, la demanda de joyas se reduce, aunque ello contradice la teoría económica donde nos explican que las joyas son bienes suntuarios por lo tanto su demanda es perfectamente inelástica u horizontal, donde al subir el precio, los demandantes van a seguir consumiendo la misma cantidad, algo que no se observa en el mercado actual, porque la producción de joyas ha disminuyó en un 20% cuando la onza de oro bordeaba los USS 1,000; lo que nos indica que la demanda de joyas se ha contraído. También sube el precio del oro cuando existe déficit de producción, como ha sucedido en los últimos años, donde la producción mundial de oro fue de 2,300 toneladas en el 2009; 2,330 en el 2008, una disminución de 2,1% en comparación con la producción en 2007 y 10,4% en comparación con el 2001, que fue de 2600 toneladas…Todo ello ha provocado a que el precio del oro se dispare y las empresas mineras tengan apetitos voraces para realizar más inversiones auríferas en exploración y explotación, ya que les resulta rentable por el bajo costo de producción que les significa producir, “Ni que hablar para el caso de Perú”. 

Finalmente, el desplome del dólar, los temores a un alza de la inflación a causa de las grandes cantidades de dinero que han sido inyectadas a las economías, la incertidumbre financiera y la turbulencia endémica de la zona del euro, ha contribuido con el alza del oro, aunque los especialistas consideran que la burbuja del oro, ha alcanzado su nivel más alto, y han realizado comparaciones con el Nasdaq de los 90 y las acciones de las constructoras del índice Dow Jones en los 10 años anteriores a 2005-2006; donde concluyen que el oro tiene una trayectoria idéntica a las dos burbujas anteriores; y donde se gana dinero es justo al final de inflarse el globo antes de que reviente y vuelva a su estado inicial. “Cuidado que puede ocurrir sorpresas”.