El caminar doloroso de la economía
Según los especialistas, la economía de Perú caerá
en cerca del 5% en el 2020, debido al Covid-19; sin embargo, los países más
afectados serían México y Ecuador, que verán cómo sus economías se desploman alrededor
del 6%, seguidos por Argentina y Brasil, con contracciones del 5%; por otro
lado, Colombia caerá en 2%; Bolivia en 3.4%; y Chile en 3.3%. Solo República
Dominicana no entrará en recesión y tendrá un crecimiento plano de 0%. (Banco
Mundial, 2020). El Economista Justin Wolfers del The New York Times calcula que
la recesión en EE. UU. sería de -15% de su PBI. En forma similar, la FED (el
BCRP de EE.UU.), estima una pérdida de PBI entre el -10% y el -40%. Aunque los
analistas de FocusEconomics son muchos más optimistas y estiman que la economía
peruana se contraerá en 2.4% en el 2020; y en el 2021 el PBI se recuperará en
4.7%; sin embargo, a mi entender, ello estará en función de la efectividad de
la política fiscal expansiva que aplique el gobierno y la efectividad del BCRP
en aplicar su política monetaria; y cómo los agentes económicos respondan
frente a ello, debido a que las expectativas o la economía del comportamiento
juega un rol muy importante en este escenario de incertidumbre; a ello se suma la
capacidad de gasto de los gobiernos regionales y locales bajo este contexto. El
Banco Central de Reserva Peruano en sus proyecciones macroeconómicas refiere
una caída en el PBI de -12.5% y un crecimiento de la pobreza de 27.5%, un
aumento en la deuda neta nacional a situarse en 23.6% y una contracción del 30%
en la inversión privada. Algunos Economistas analizan que la crisis económica
actual es una caída mayor que la registrada durante el primer Gobierno del
Presidente Alan García en medio de la hiperinflación (1985-1990).
El PBI de Perú camina de manera debilitada, en
mayo experimentó una caída de -34% y en junio también junio cerró en -25%. Las
exportaciones no tradicionales se han desplomado (-70%) en mayo, mientras que
las importaciones de alimentos se han reducido de manera mínima (-5%). Las
exportaciones de maquinaria y de mercadería han caído fuertemente. (ADEX, 2020).
La inversión pública ha seguido paralizada en junio (-74.1%) y en mayo tuvo una
contracción similar (-75.3%); así mismo, la recaudación del IGV revela la misma
parálisis. El gasto de los ministerios también fue triste (-74.5%) y de gobiernos
regionales fue similar el dolor (-70.1%). (MEF, 2020). Las exportaciones
mineras en mayo tuvieron una caída de 51.8%. Las exportaciones de cobre
representaron una caída de (-40.2%). Las exportaciones de oro tuvieron una
caída (-60.3%), dicha comparación se hizo con el similar mes de 2019. (SNMPE,
2020).
El coronavirus provocó también una crisis social
sin precedentes, batió el record de 41 millones de personas sin empleo en
América Latina y el Caribe. En Brasil se perdieron 7.8 millones de puestos de
trabajo y 12.7 millones de trabajadores están sin empleo. Chile tiene su tasa
de paro más alta en 10 años; en Bolivia el desempleo subió casi dos puntos, de
5.7% a 7.3%. (OIT, 2020).
Según un estudio realizado por (ESAN, 2020) sobre el
desempleo en el Perú por causa del COVID-19 (donde contempla algunos supuestos
por sectores, pero sin contemplar las iniciativas del Gobierno), calcula que la
pandemia provocaría una pérdida de aproximadamente 3.5 millones de empleos. Si
a éste número le sumamos los 700 000 desempleados iniciales, el Perú acabaría
el año con 4.2 millones de desempleados, lo que equivale a una tasa de
desempleo del 23.6 % de la PEA.
Las consecuencias de esta crisis tanto económica
como social se reflejará en el incremento de la pobreza, la desigualdad y les
afectará más a las personas de menores ingresos que viven del día a día en la
informalidad y a los trabajadores independientes. Los especialistas estiman que
la tasa de informalidad del empleo sería superior al 80%, nivel en el que
estábamos hace más de 10 años. A pesar de los daños ocasionados, los gastos
efectuados por el Gobierno no han sido muy efectivos; debido a que los
contagios continúan y nos ubicamos como uno de los países más contagiados en el
mundo (5to lugar, con 350,000 casos); el gasto ejecutado no está en
concordancia con la cantidad de contagiados, comparando los costos con los
beneficios, estos son ambivalentes.
Inyección de Liquidez
La inyección de liquidez a través de Programa Reactiva
Perú (parte II), mitigará ciertos efectos negativos en la economía peruana,
debido a que en total se desparramó una liquidez al mercado que asciende a
60,000 millones y representa el 8% del PBI en relación al del año pasado.
Aunque hubo muchas discrepancias que una gran proporción de esta liquidez
habían sido acaparados por las grandes empresas; haciendo seguimiento al
programa se evidenció que los responsables tomaron como factores: el volumen de
ventas, el empleo que genera y la productividad, y en base a las estadísticas
emitidas por el INEI, otorgaron los créditos; donde se concluyó que, el 51% de
recursos asignados de Reactiva PERÚ se destinó a las empresas grandes (con 64%
de las ventas), un 31% fue a empresas medianas (con 22% de las ventas), y 18% a
las microempresas y pequeñas empresas- mypes (con 14% de las ventas). (MEF y
BCRP, 2020)
Por otro lado, el retiro del 25% del AFP,
alrededor de S/ 30 mil millones (4% del PBI) otorga liquidez al consumidor y
ayuda a dinamizar la economía en el corto plazo, pero en el largo plazo, afectarán
los fondos y las pensiones futuras de los afiliados que permanezcan en el
sistema.
Los estudios actuales nos muestran que Perú
implementará un estímulo a la economía del orden entre el 12% y 15% del PBI,
ello hará que nuestra recesión sea menos larga y profunda, y hará que la
pobreza no se vea muy acentuada, esperemos que política fiscal haga efecto de
manera rápida.
Medidas a considerar
El estímulo económico que viene ejecutando el
gobierno (alrededor del 15% del PBI), ayudará a mitigar la crisis, pero se
tiene que presionar el acelerador del gasto, para que no continúe profundizando
la herida de esta pandemia. Si se ejecuta el gasto y se implementan otras
medidas complementarias, ayudará a generar fuentes de empleo y a dinamizar la
economía, también ello puedo contribuir a que no se incremente el empleo
informal.
La ejecución de grandes proyectos se tiene que
hacer reduciendo la carga burocrática, pero considerando acciones mínimas;
estos proyectos grandes van a tomar su tiempo para los estudios de
preinversión, inversión y postinversión; sin embargo, hay que ir pensando que
el gasto se necesita para hoy; porque “en el largo plazo estaremos muertos” decía
Keynes. No hay que esperar que la herida ocasionada por la pandemia se agrava
aún más. Hay cosas que tienen que ir agilizándose, existe grandes proyectos que
ya están en las diferentes carteras de los Ministerios y que se puede presionar
el acelerador del gasto público.
La política monetaria (bajas tasas de interés) implementada,
no llega a las personas de a pie, debe ser ampliada para personas naturales y
jurídicas (independientes e informales), y a la vez deben realizar campañas
comunicacionales agresivas que informen al usuario sobre la gestión de los
créditos, toda vez que existe un nivel de cultura crediticia baja.
Esta crisis económica que estamos atravesando
debido a la pandemia ha generado costos elevados, que será recuperado en el
largo plazo, aunque existe optimistas que indican que para el 2023 la economía
peruana ya estaría recuperada, sin embargo, las predicciones en economía
difieren en la economía del comportamiento individual, colectivo e
institucional. Los impactos económicos son incalculables, las pérdidas de vidas
y de empleo genera aún más incertidumbre; ello hace que la economía se
informalice más, no solo en Perú sino en otras economías de América latina. El
fuerte shock de oferta que existe, hará que las empresas que quieran o puedan
producir, no lo hagan, debido a que no cuentan con materia prima, otras tienen
incertidumbres, las expectativas son negativas; de igual manera la demanda se
ha contraído fuertemente, debido a que no existe liquidez en el mercado, la
economía del comportamiento de los consumidores bajo este escenario juega un
papel importante.
Se tiene que continuar implementando políticas
sobre adopción y adaptación de tecnologías de información y comunicación, y de
innovación, que permita reforzar la productividad e ir de a pausas compitiendo
con otras economías. También se debe implementar políticas para elevar la
productividad agrícola mediante la inversión en infraestructura y la promoción
de los derechos sobre la tierra y los bienes también traerían aparejados
notables beneficios. También se puede promover la capitalización del
perfeccionamiento profesional (maestrías y doctorados), donde el Gobierno
implemente becas virtuales e ir aprovechando las tecnologías y herramientas
digitales, toda vez que el virus ha visto de nuestro hogar, su hogar y ha venido para quedarse.