La Presión Tributaria en el Perú
La presión tributaria o presión fiscal es un
término económico que se refiere al porcentaje de los ingresos que los agentes deben aportar al
Estado por concepto de impuestos; es decir, es el porcentaje del PIB recaudado por el
Estado por derecho de impuestos, y se mide según el pago efectivo de impuestos
y no según el monto nominal que figura en las leyes.
En las economías
desarrolladas, la presión tributaria se ubica por encima del 30% y llega hasta
el 51%, en países como Suecia, Dinamarca (49%), Bélgica (45%), Reino Unido
(43%) e Italia (42%). El promedio en la Unión Europea la presión fiscal es
cercana al 40%. Según un informe elaborado en el año
2011 por el FMI, la presión fiscal de Argentina es la más alta de
Latinoamérica, y llegó a 37.6 puntos, mientras que la de Brasil ascendió a 36.7
puntos del PBI, le sigue en importancia Ecuador, Venezuela, Chile y Colombia,
Perú se ubica en sétimo lugar. El promedio de la presión tributaria en América
Latina y el Caribe de 33 países es del 19%. Argentina, es un país que en la
última década ha recaudado tributos muy cercanos a los que recaudan algunos países
desarrollados (Francia, Alemania, Suecia, etc.), pero, es un impuesto netamente
regresivo.
Según las estadísticas publicadas por la Sunat, en Perú la presión tributaria en el año 2008 fue
de 15.6% del PBI en el 2009 cayó a 13.8% por efectos de la crisis financiera
internacional, en el 2010 llegó a 14.8%, pero habría sido de 15.3% si no se
hubiera implementado las medidas del Plan de Estímulo Económico (PEE), así como
la depreciación acelerada para la construcción y las micro y pequeñas empresas.
En el 2011 subió a 15.5% del PBI con un monto equivalente de S/. 75,538
millones, y se espera que para el año 2012 llegue a 15% del PBI.
La presión
tributaria en el Perú es baja, debido a los altos niveles de informalidad que
existe en el país. El Perú a nivel de Latinoamérica se ubica de en segundo
lugar en informalidad, mientras que a nivel mundial se ubica en el quinto
lugar. Como consecuencia de los altos índices de informalidad en nuestro país,
son muchos los que no pagan IGV ni IR. De los aproximadamente S/. 400 mil
millones de PBI, sólo el 35% se genera por actividades formales, por lo que,
los que cumplen con la Ley
son los que cargan con el peso tributario. Así mismo, los profesionales como: médicos, abogados,
consultores, entre otros, también evaden impuestos, ya que no declaran
anualmente sus ingresos o no emiten facturas y/o recibos por honorarios de la
prestación brindada. A ello se suma, el sector comercio, y el sector construcción que en los últimos años se
convirtieron en los grandes evasores de impuestos.
Los analistas en tributación consideran que las fuentes potenciales de ingresos
tributarios en el Perú podrían alcanzar los S/. 25,000 millones de darse una
racionalización y posterior eliminación de las exoneraciones tributarias, las
cuales representan el 1.2% del Producto Bruto Interno (PBI); la erradicación de
la evasión del Impuesto General a las Ventas (3.7% del PBI) y una mayor lucha
contra el contrabando en el país (0.4% del PBI).
Finalmente, si en el país se aplica una reingeniería de políticas que promuevan captar
más ingresos -estos no deben distorsionar el crecimiento de la economía, ni la
competitividad de las empresas, ya que si el Estado desea incrementar la
presión tributaria, estos impuestos tienen que
ser progresivos y no regresivos, ya que los impuestos regresivos son distorsivos porque gravan directamente el proceso productivo (grava al consumo, trabajo y producción -allí están las cargas sociales, impuestos al trabajo, a los ingresos
brutos, el impuesto al cheque y los derechos de exportación - retenciones), perjudicando
en muchas oportunidades las decisiones de producción, conllevando a producir
menos o informalizar más la economía; en
cambio, el impuesto progresivo es mejor, ya que se
paga una vez terminado el proceso productivo, mecanismo que es utilizado por los
países desarrollados; estos impuestos se les cobra a las personas
y empresas de manera progresiva; es decir, paga más quien tiene más, y gravan
especialmente a las ganancias y la propiedad, estos impuesto en
las economías desarrolladas figuran entre el 20% al 25% de su recaudación
total.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio