miércoles, 26 de mayo de 2010

LA EDUCACIÓN EN EL PERÚ

La mediocridad educativa está sembrada por doquier y la ignorancia canta su triunfo en mentes de alumnos y docentes mediocres, que hablan de desarrollo sabiendo que ellos han sido y serán una barrera más para lograr el desarrollo. Veamos de donde parte el problema. Cuando Lyn por así llamarlo, empezó su etapa de aprendizaje inicial, se dio con la sorpresa que su padre no tuvo empleo y los pocos nutrientes que le brindaba sólo saciaba el hambre de unas cuantas horas, a ello se sumaba los conflictos familiares que tenían sus padres, ello dificultó su rendimiento académico. 

En la etapa de la primaria siguió con el mismo problema, la pobreza ya tocaba algunos rincones de su casa, pero se aunaba el bajo nivel de preparación de sus docentes y las pocas iniciativas que tenían para mejorar la metodología; pero era comprensible decía Lyn, mi profesor gana muy poco, que no se ve motivado en brindarme todo su sapiencia, también tendrá problemas en casa, se estará buscando otro empleo para ingerir el mismo pan que ahora cuesta más que antes, es así que no tendrá más tiempo para otra preparación académica y mucho menos para llevar cursos de capacitación y actualización. Así con dificultades Lyn llega a estudiar su etapa secundaria, y se percata que sus docentes están dictando asignaturas que no le servirán de nada y otros estaban dictando con libros de la época de piedra, se entristece más todavía; ella que arrastraba, problemas económicos más los sociales y políticos que palpaba a diario, se sumo el problema educativo, recién pudo entender que el sistema educativo era un problema en su vida, estaba muy desilusionada porque le habían dicho que la educación es el pilar del desarrollo. 

Finalmente Lyn decide postular a la Universidad con todos los problemas en el rostro. Ya en las aulas se percata que el estado no aporta ni el 3% anual del PBI para el sector educación, a pesar que en Acuerdo Nacional se solicitó no menos del 6% del PBI para Educación y esto quedó normado en el Artículo 83º de la Ley de educación 28044. Dicho presupuesto ha sido casi el mismo para los 3 últimos años. También se da cuenta que los alumnos se han divorciado de la investigación, a pesar que en los últimos 5 años el gobierno otorgó para investigación y desarrollo a los gobiernos regionales (universidades) S/.1, 334 millones. Ellos prefieren terminar la carrera aunque sea abrigando los asientos de las aulas, si les exigen que estudien un poco más se molestan o les quejan a los docentes, ella piensa: “se equivocaron de comida, que vayan a comer otra comida que aquí sólo deben comer los mendigos del conocimiento”; pero los docentes tampoco pueden exigirles a los alumnos porque ni ellos se preparan o actualizan. Además dividen un curso en varios cursos, ni con ayuda de docentes inexpertos concluyen sus syllabus. Lyn continúa sus estudios y repudia los exámenes memorísticos y mecanizados, visualiza las mini copias y ya sabe con quienes va a competir. Termina la carrera y encuentra a su compañero número 50, de jefe, nombrado a dedocracia, grita impotente “Se olvidaron de la meritocracia”. Todo puede pasar en un país como en nuestro, donde hasta congresistas tienen secundaria incompleta y todavía se dan el lujo de hablar de desarrollo humano. 

Finalmente Lyn, escribe la realidad educativa peruana y concluye: el paupérrimo presupuesto del sector, los altos niveles de pobreza, el desempleo, la desnutrición crónica de millones de escolares, los cientos de miles de niños que no asisten a educarse y otros tantos que son expulsados por el sistema por su extrema pobreza, “deserción escolar” (y los que asisten serán educados en multigrados, por polidocentes y por profesores mediocres, que no tienen ni los conocimientos básicos para nutrir las herramientas básicas del alumno), la ausencia del perfeccionamiento y actualización docente, por los míseros sueldos que el estado les otorga y la infraestructura apolillada son los causantes del problema educativo, y será trasladado al futuro del país. A ello se suma la equidad educativa, personas que no acceden a una educación de calidad, sólo las personas ricas acceden y el grueso de los alumnos pobres son educados en Colegios y Universidades públicas. ¡Qué cruda y doliente es, la realidad educativa!

1 comentarios:

A las 11 de marzo de 2011, 8:25 , Blogger dante arbocco ha dicho...

Hola Segundo, hablas con verdad, termino no muy conocido en nuestro querido Perú.
Tu análisis es correcto y coincidimos .
felicitaciones.
Dante Arbocco

 

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